Durante la celebración de los cultos a la Señora de la Aurora, hemos podido percibir en Ella una vestimenta de corte dieciochesco. Así, la Santísima Virgen se nos presentaba con un corpiño en tono crudo con bordados antiguos (adaptación de un escapulario que posee la Hermandad), saya negra bordada en oro fino con dibujo asimétrico y manto negro. Ciñe su cintura un fajin de hebrea y la cinturilla que forma parte de la saya.
Se toca la Imagen con encaje muy caido en tono crudo, y diadema plateada.
Sostiene en su mano derecha un pañuelo cedido para la ocasión, y en su mano izquierda las azucenas y un rosario. Igualmente, como ocurriese el año anterior, en su cinturilla encontramos la medalla del Rosario Perpetuo y otro rosario (haciendo alusión todo ello al Rosario de la Aurora). Por último la cruz pectoral aparece sobre la cinturilla, y en su cuello encontramos un collar de perlas (como ocurriese con las dolorosas en los siglos XVIII y XIX).
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Nuestra Señora de la Aurora en la Capilla de la Hermandad
tras finalizar el rosario vespertino. | |
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| Cultos a Nuestra Señora de la Aurora 2010 |
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| Cultos a Nuestra Señora de la Aurora 2010 |
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| Cultos a Nuestra Señora de la Aurora 2010. Detalle. |
El altar levantado por la priostría de la Hermandad, representa un efímero camarín que acoje a la venerada Titular durante su besamanos. Se compone dicho camarín con distintas telas y damascos, así como elementos del paso de palio, tales como varales, cartelas y peana, completado con el frontal bordado del dosel de cultos.
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Cultos a Nuestra Señora 2010.
La Virgen de la Aurora sale de su efímero
camarín para iniciar el traslado a la Capilla. |
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Cultos a Nuestra Señora 2010.
La Virgen de la Aurora sale de su efímero
camarín para iniciar el traslado a la Capilla.
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| Cultos a Nuestra Señora 2010 |
Aquí se muestran ahora algunas fotografías antiguas de dolorosas que han inspirado la vestimenta de Nuestra Señora de la Aurora.
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| Antigua imagen de la Virgen de la Hiniesta |
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Apreciamos en esta antigua fotografía de la Esperanza de Triana el detalle de las joyas en el pecherín y, en especial, en el cuello de la Virgen. |
Fotos: Antonio Ramón Jiménez Montes
